Will Smith, el conocido actor de cine, decía: “Jamás digas que hay algo que no puedes hacer. No se trata de construir la pared más grande e impresionante de un día para otro. Pon un ladrillo cada vez. Di: ‘voy a poner este ladrillo tan perfectamente como un ladrillo puede ponerse’. Y si lo haces todos los días, pronto tendrás una pared grande e impresionante”.
Un gran éxito no es otra cosa que la suma de muchos pequeños éxitos. Es lograr, cada día, cumplir con las pequeñas metas que nos hemos planteado para que, con el paso del tiempo, vayan sumando para dar como resultado ese gran objetivo que nos planteamos inicialmente. Mucha gente no hace las cosas porque siente que son inalcanzables o inaccesibles para ellas. No forman parte de su realidad. No se dan cuenta que un gran objetivo puede dividirse en muchos pequeños objetivos que al final, sumados, van a hacer la diferencia.
Will Smith, el conocido actor de cine, decía: “Jamás digas que hay algo que no puedes hacer. No se trata de construir la pared más grande e impresionante de un día para otro. Pon un ladrillo cada vez. Di: ‘voy a poner este ladrillo tan perfectamente como un ladrillo puede ponerse’. Y si lo haces todos los días, pronto tendrás una pared grande e impresionante”.
Por ejemplo, cualquier estudiante sabe que el proceso para conseguir una licenciatura toma en promedio 4 años, divididos en semestres. En cada semestre, el estudiante se enfoca en las asignaturas que tiene que aprobar. No en las del siguiente semestre. Y así, materia por materia, de un semestre a otro, va sumando los pequeños logros (aprobar cada materia) que, al final, le darán ese gran objetivo: su título profesional.
Esa filosofía es en la que se basa nuestra fórmula: poco + poco = MUCHO
En otras palabras: un poco que parece insignificante, más otro poco que parece insignificante, más otro poco que parece insignificante, siempre acaba haciendo una gran diferencia con el paso del tiempo.
La fórmula del poco + poco = MUCHO se basa en dos componentes: Constancia y Paciencia.
1. Constancia. Todos los días hay que hacer algo, aunque parezca pequeño, que te conduzca a tu objetivo. Detrás de los grandes logros no hay pócimas milagrosas ni fórmulas mágicas; lo que hay es mucha constancia y trabajo duro focalizado en la dirección del objetivo.
2. Paciencia. No se siembra hoy y se cosecha mañana. Debes saber esperar porque, muchas veces, entre la siembra y la recogida podemos encontrarnos con malas cosechas, sequías, plagas, etc. No existen las metas no-realistas, solo los tiempos no-realistas. Un vendedor, de cualquier sector, no puede cosechar los clientes que no ha prospectado.
El problema de mucha gente es siempre el mismo: querer mucho en poco tiempo. Esto los lleva a empezar con mucha fuerza algo y al poco tiempo se desinflan. Las personas somos seres de hábitos y el proceso de cambio debe ser gradual. Debe ir de menos a más.
Cuando lo que se intenta es tan duro respecto del estilo de vida llevado anteriormente, lo esfuerzos duran poco. Es como cuando alguien quiere bajar de peso y deja de comer todo de la noche a la mañana o como cuando alguien, que nunca ha ido al gimnasio, quiere tener un cuerpo perfecto y se impone rutinas asesinas. Eventualmente, el primero terminará dándose el atracón de su vida y abandonando la dieta y el segundo terminará desistiendo ante la fatiga y los dolores.
Jack Canfield, autor de Los Principios del Éxito, escribe: “Siempre que se disponga a mejorar sus capacidades, cambiar su comportamiento o mejorar su vida, comience por incrementos pequeños. Querer hacer demasiado en poco tiempo sólo conseguirá desanimarlo”.
Si te exiges demasiado desde el primer día, probablemente fracasarás y te sentirás frustrado. Abandonarás. En cambio, si te marcas pequeñas metas y las cumples, te sentirás bien contigo mismo y ello te animará a seguir adelante. Hay que ser constante y tener paciencia. No te saltes etapas. El éxito es un proceso.
Si tienes miedo de levantar el teléfono para llamar a un desconocido y ofrecerle tu producto o servicio, hazlo poco a poco. No empieces queriendo hacer 40 llamadas al día. Fíjate como reto inicial hacer 5 llamadas al día. Gradualmente irás sintiéndote más cómodo y asimilarás más rápido el rechazo. Poco a poco, empezarás a hacer más llamadas diarias y a escuchar “Sí” más frecuentemente.
RELACIONADO ¿Cómo mejorar la experiencia de venta para tus clientes?
La preparación ayuda a mitigar los nervios; así que prepárate y asume el reto. El objetivo es ganar seguridad paulatinamente. El éxito alimenta la autoestima, y un pequeño éxito te lleva a abordar desafíos más grandes. Lo importante no es la velocidad sino la constancia dirigida al objetivo mayor.
No te saltes etapas. Cuando lo haces, generalmente tienes que volver al principio y empezar de cero otra vez. Todos tenemos conocidos que han iniciado dietas 5 veces o que se apuntan al gimnasio cada enero. En el mundo de las finanzas personales esto es muy común. La gente no ahorra porque cree que es muy poco lo que puede ahorrar. No se dan cuenta que ese poco sumado a lo largo del tiempo acaba haciendo una diferencia.
Esa es la filosofía del binomio constancia-paciencia: hacer un poco cada día y no tener prisa. Thomas J. Stanley y William D. Danko, autores del libro “El Millonario de la Puerta de a Lado” escriben: “Te has fijado en esa gente que vemos corriendo y entrenándose cada día? Son los únicos tipos que no parecen necesitar correr. Pero están en plena forma gracias a que corren. Quienes tienen mucho dinero trabajan para mantenerse económicamente en forma, pero quienes no están económicamente en forma hacen muy poco por cambiar su condición”.
Las pequeñas cosas acaban convirtiéndose en grandes con el paso del tiempo, tanto en sentido positivo como negativo. El pequeño dolor al que no se le da importancia en su momento, un día se convierte en enfermedad; los pequeños gastos que no controlaste (café, cigarrillos, etc.), acaban suponiendo una gran cantidad de dinero cuando miras hacia atrás.
Los comienzos siempre son discretos. Lo importante es empezar, dar el primer paso, porque ese paso te ubica por delante de todos aquellos que no hacen nada y cada paso extra que avanzas te acerca un poco más a tu objetivo. El futuro no existe, es sólo el resultado de lo que hacemos cada día. Hacer lo que se tiene que hacer en cada momento crea el futuro que añoramos.
Por eso, una de las claves del éxito es iniciar pronto, porque entre más rápido empieces, más rápido acumularás conocimiento, experiencia, habilidad, dinero, contactos, etc. El tiempo es la variable más importante de la vida, porque cada hora que pasa ya no vuelve: se aprovecha o se desaprovecha.
A medida que se envejece, menos dispuesto se está a esperar para alcanzar sus metas. El tiempo corre en contra. Pero hay que tener en cuenta que, si uno no hizo los deberes cuando tenía que hacerlos, hay que hacerlos ahora. Cada quien decide si paga el precio o no y, para empezar pronto, la clave es decidir cuanto antes a dónde quieres llegar. Cuanto antes tomes esa decisión, antes podrás dedicar tu tiempo, energía y recursos a esa meta.
Desde pequeños, los deportistas trabajan enfocados en una disciplina. Amancio Ortega, fundador de Inditex, empezó a trabajar desde los 12 años en una tienda de camisas; ahora tiene 80 años y es el socio de la empresa de moda con mayor volumen de ventas. Warren Buffet, que hizo su primera inversión a los 17 años, posee una de las fortunas más grandes del mundo. Dominar una técnica, disciplina o área de trabajo lleva tiempo. Por eso, para tener éxito, es imprescindible aprender a enfocarse.
El rasgo principal de la gente de éxito es que son expertos en algo; y para eso, hay que tener FOCO. La diferencia entre un principiante y un experto es el FOCO. Hay que dirigir todo el flujo de energía hacia ese punto, que es tu objetivo.
Enfocarse no es otra cosa que trabajar con constancia y paciencia en una dirección determinada, sin desistir jamás a mitad del camino.
Francisco Alcaide Hernández, conferenciante, escritor y formador en liderazgo y motivación. Autor de Aprendiendo de los mejores (9ª edic.) y Tu futuro es HOY (2ª edic.).www.aprendiendodelosmejores.es | www.tufuturoeshoy.com
Por Francisco Alcaide Hernández. Artículo publicado en Executive Excellence nº129 abril 2016
Empieza con un crédito de liquidez
Más información